Así ha sido la demolición del edificio del Miami-Dade. Diez días después de hundirse parcialmente en una de las peores tragedias urbanas de la historia de Estados Unidos, el inmueble de apartamentos ha sido derribado por completo en una explosión controlada, llevada a cabo por precaución ante la inminente llegada de la tormenta Elsa a Florida.
La demolición se ha llevado a cabo pese a que aún hay 121 desaparecidos, entre ellos decenas de latinoamericanos originarios de Argentina, Colombia, Paraguay, Chile y Uruguay.
Pasadas las 22.30 horas locales (03.300 GMT del lunes) fueron detonadas las cargas explosivas colocadas en orificios perforados en la estructura de hormigón armado y el edificio de 12 plantas se desplomó totalmente.
Según medios locales, se escucharon seis estallidos sordos que resonaron en las calles vacías de los alrededores.
Algunos curiosos concentrados en las inmediaciones para ver la demolición fueron obligados por la policía a abandonar el lugar antes de que se procediera a derribar el edificio
Desde la noche del 24 de junio, cuando parte del edificio se vino abajo, los equipos de rescate han trabajado a destajo con la esperanza de encontrar supervivientes. Solo encontraron uno, un adolescente, extraído de los escombros en las primeras horas. Después, únicamente cuerpos sin vida, 24 han sido recuperados por el momento.
Las autoridades han procedido a la demolición porque temían que el resto del inmueble se hundiera, poniendo en riesgo la seguridad de los socorristas. Temores incrementados por la tormenta tropical Elsa, cuya llegada a Florida está prevista para este martes.
Según la alcaldesa de Miami Dade, Daniella Levine Cava, en cuanto se pueda acceder de manera segura al lugar se reanudará la búsqueda de víctimas del derrumbe, que se suspendió este sábado para los preparativos de la demolición. EFE